Día 8 "Comprados por un gran precio"
¿Acaso
no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al
que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron
comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.
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CORINTIOS 6:19-20 (NVI)
Nuestra
cultura nos dice que tu cuerpo te pertenece. Es de tu
propiedad para que lo uses como quieras, mientras no dañes a nadie más. Como
resultado de esto, nuestros cuerpos se han vuelto objeto de adoración, y los
usamos para nuestra profunda necesidad de placer, felicidad o éxito. Así que,
nuestra cultura nos dice que nuestro cuerpo es para auto adoración.
La
Biblia confronta radicalmente este tipo de pensamiento acerca de tu cuerpo. De
acuerdo a Dios tu cuerpo no es de tu propiedad. Pertenece a Dios. "Fuiste
comprado por un precio." Él creó tu cuerpo y Él ha redimido tu cuerpo.
Él pagó un alto precio por nuestro cuerpo al enviar a su único hijo a la cruz.
Jesús murió corporalmente, corporalmente resucitó para que tú pudieras tener
redención corporal.
El
hecho de que tu cuerpo pertenece a Dios tiene implicaciones profundas. Como
seguidores de Cristo, rechazamos la creencia cultural de que nuestros cuerpos
son para auto adoración. Sin embargo, esto no significa que ignoremos la
importancia del cuidado de nuestro cuerpo. Puede que no seamos propietarios
pero si mayordomos de nuestro cuerpo. Administramos nuestros cuerpos porque son
templos diseñados para adorar a Dios. Esto significa que la función principal
de nuestro cuerpo es la de adoración. Pablo además revela esta representación
del cuerpo en Romanos 12:1 (NVI) cuando dice, "Por lo tanto, hermanos,
tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes,
en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y
agradable a Dios." Se nos ruega ofrecer nuestros cuerpos al Creador
para su gloria y su propósito.