Día 49: "El mejor Jefe"
Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor. COLOSENSES 3:23-24 (NVI)
Puede ser
que llenes formularios solo porque es tu trabajo. Puede que sirvas café como un
deber, tener una corta conversación por cortesía, o visites clientes potenciales para obtener ganancias. En cualquier día de trabajo, haces más actividades de
las que eres consciente, por mucho más razones de las que puedes contar.
Tú
realizas ciertas actividades en automático; y otras son rutinarias. Y hay
actividades que realizas como si fueras hecho para eso... Y posiblemente así
sea.
Este
versículo lo cambia todo al decirnos que no importa lo que hagamos, debemos
hacerlo por más que solo hacerlo. Entonces podemos decir que debemos trabajar
con un "doble motivo": cumplir con las tareas y trabajar para Cristo.
La segunda es la más importante.
Cada tarea
aburrida cambia cuando la haces para tu Creador. Él es a quién amas, y es quién
te ama. Este amor mutuo te pone a trabajar. Eso te obliga a esforzarte para
hacer que tus actividades sean un regalo para Él.
Sí, puedes
servir a Cristo al completar esos formularios sin sentido, al servir ese café,
al escuchar a tus colegas, al vender a tus clientes lo que necesitan. Pero la
"salsa secreta es tu "doble motivación."
No
meceremos una recompensa por todo esto. Después de todo, lo hacemos por amor a
Cristo, y Él nos dio este amor desde el principio. Y en este versículo» lo deja
claro. Él nos recompensa por cada cosa pequeña. Él está al servicio de sus
siervos. Eso es verdadero amor.